Ayer, luego de 23 días, 21 etapas y 3.540 kms culminó el Tour de Francia donde estuvimos representados por siete grandes embajadores del ciclismo Colombiano. Solamente dos de ellos militaban en el mismo equipo, los otros cinco cada uno defendía una divisa diferente:
Nairo Quintana MOVISTAR
Carlos Betancur MOVISTAR
Sergio Luis Henao SKY
Esteban Chávez ORICA
Jarlinson Pantano TREK
Darwin Atapuma UAE
Rigoberto Urán CANNONDALE
Y cada uno tenía una misión diferente en sus respectivos equipos, la cual considero cumplieron en la medida de sus posibilidades, de acuerdo a las órdenes impartidas por sus directores deportivos y a lo que sus fuerzas y salud les permitió.
Desde antes de iniciar la competencia, la mayoría de medios, periodistas que se auto consideran especialistas y redes sociales, se encargaron de poner todo el peso del resultado final a Nairo y algo a Chávez, según ellos basados en “estadísticas”, los otros cinco según sus pronósticos solo podrían aspirar a posiciones secundarias y quizá buscar un triunfo de etapa en fuga. Fue tanto lo que se especuló que se creó una ola de fanatismo triunfal, comparada solamente con las barras de los estadios de futbol, donde los medios se divertían avivándolas hasta convertirlas en bravas, por eso no pasaron cinco días para que ya empezaran a “acosar” a Nairo por haber cedido unos segundos en la primera etapa de montaña, acoso que fue aumentando y enfrentando a los que los descalificaban con los que lo defendían, pero este acoso se fue direccionando a hacia el resto de compatriotas como Chávez y Atapuma, porque no figuraban entre los primeros de la general.
En qué momento ese asqueroso fanatismo triunfalista invadió el ciclismo?. Ese fanatismo disfrazado de admirador y seguidor que celebra y alaba a rabiar cuando llegan los triunfos, pero que pronto parece convertir a nuestros embajadores en villanos, cuando los resultados no son los que tenía en sus cuentas, el mismo fanatismo que no se pregunta: Que le pasara al ciclista?, tendrá algún problema de salud?, estará cansado?, tendrá algún inconveniente personal o familiar que le impida anímicamente concentrarse o rendir?. Deduce uno que ese “fanatismo triunfalista”, quisiera que nuestros ciclistas hubieran ocupado las siete primeras casillas de la general individual y que ganaran todas las etapas de montaña y la camiseta de pepas rojas, así las cosas: Para que se preparan los otros equipos con sus respectivos jefes de filas?. Es bueno recordar que participan 22 equipos y que cada uno tiene mínimo un ciclista para disputar la general y que algunos como el SKY tenía tres y otros como ORICA, ASTANA y MOVISTAR dos cada uno, o sea unos 25 de los 198 ciclistas inscritos estaban dispuestos y preparados para disputar el título. Claro el favoritismo se gana por los antecedentes y condiciones de cada ciclista, pero ese favoritismo, jamás puede ser una obligación de conseguir el resultado porque nada se puede garantizar sencillamente porque son muchos los factores que cuentan: Condiciones, preparación, alimentación, salud, y todos los que se encuentran en carretera (caídas, lluvia, frio, calor, deshidratación, falla mecánica etc.) y lo más importante, los demás competidores, ellos también quieren ganar.
Hablemos de NAIRO QUINTANA. El aposto al doblete Giro Tour como reto personal en su carrera y de su equipo, intento hasta último momento para conseguir su segundo título del Giro y consiguió el SUBTITULO algo con lo que muchos sueñan, pero que para esa “fanaticada triunfalista” fue un fracaso porque, ellos querían título y nada más les servía. Y entonces para no herir su ego triunfalista decían: “es que el Giro fue entrenamiento para el Tour”, mejor dicho, 3.614,1 kms de dura competencia, les pareció entrenamiento, como si un campeón regresara a entrenar. Y llegó el Tour donde en tres ediciones terminadas, obtuvo tres podios, entonces decían ahora si la obligación es ganar. O sea el resto de competidores no cuentan?. Pero como las cosas no salieron como los fanáticos triunfalistas, incluidos periodistas de medio pelo y hasta Eusebio Enzue lo esperaban, le cayeron encima porque sumaba otro fracaso. Fracaso cuando se entrega hasta lo último para hacer un buen desempeño en esos 3.540 kms.?. Pareciera que para ellos recorrer 7.154,1 en un lapso de 78 días con un receso de 32, fuera algo sencillo y normal, no existe la fatiga, no se agotan las fuerzas o no se tiene el derecho a sentir cansancio. Cada quien es libre de opinar en el marco del respeto si a su juicio le parece que Nairo acertó o se equivocó al intentar el doblete, lo cierto es que él se propuso ese reto y logro un subtítulo y una posición 12 en el Tour, algo muy importante para cualquier ciclista del Word tour.
Ahora bien, ese mismo fanatismo triunfalista que hoy le da madera a Nairo, es el mismo que quiso desahuciar como ciclista a Rigoberto Urán a sus 28 años y por eso llego al Tour con 30 y según ellos, solo podía aspirar a buscar una etapa a ver si lograba contrato para la temporada 2.018. Por eso no es raro que para ellos sea sorpresa ese subtitulo conseguido en el Tour demostrando a todos: que está vigente y que esta para grandes cosas. Gracias a Dios no llego como gran favorito para esos fanáticos triunfalistas de los medios y las redes y no lo tenían en la baraja, porque Rigo, hizo un trabajo sin tanto alboroto, sin cambiar ese estilo autóctono que lo caracteriza como habitante de las montañas Antioqueñas y que hoy para ese mismo fanatismo es tendencia Nacional. Recuerdo que muchos decían, que se dedique a entrenar y a competir en vez de estar en redes sociales haciendo populismo. “Grande y digno es el hombre que con su trabajo honesto, silencioso y dedicado, logra superar cuanto obstáculo encuentra en su camino porque la justicia divina un día, dará su recompensa”. Alguien dijo en redes: Rigo fue la sorpresa y en adelante será tenido en cuenta como favorito. Sorpresa un hombre que consigue dos subtítulos consecutivos en el Giro a pesar de la jugada sucia de la organización del 2.014 y que es el único ciclista Colombiano subcampeón olímpico?.
En qué momento ese fanatismo triunfalista borro de sus mentes los logros conseguidos en el pasado por los vigentes y no vigentes ciclistas Colombianos?. Por qué razón ahora se quieren subir al camión de la victoria y al que no gane lo quieren lanzar de allí?. Tan valioso es el trabajo del gregario, el lanzador, el esprínter, el escalador, el crónoman o el que disputa la general. Nunca me cansare de recordar, comentar y valorar los momentos gloriosos que nos han dado: Cochise, Patrocinio, Condorito, Pacho, Agudelo, Gutiérrez, el negro Martin, Flórez, Mora, Hernández, Camargo, Farfán, Morales, Fabio e Iván Parra, Cacaito, Vargas, Herrera, Mejía, Contreras, Rincón, Buenahora, Marlon, Cárdenas, Chepe, Peña, Botero, Serpa, Freddy, Duque, Paez, Muñoz, Laverde, Soler, Rubiano, Arredondo, Anacona, Urán, Betancur, Quintana, Chávez, Pantano, Henao, Gaviria, Atapuma, etc., porque todos tienen valor histórico y deportivo.
Manuel González