La Crónica de Juan B:  A pesar de la gran contrarreloj de Nairo, Domoulin se llevó el título.

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Tom Domoulin.

Para los que no son especialistas y pierden, no es bueno que una contrarreloj individual sirva de colofón a una carrera de 3 semanas. Para los que son especialistas y obtienen el título el esfuerzo individual es la mejor forma de cerrar una prueba de esta importancia.

Hoy Nairo Quintana, líder del Giro del centenario, debió morder el polvo de la decepción en una contrarreloj de 29,3 kilómetros, entre el autódromo de Monza y el Duomo de Milán. El tramo que en nada le favorecía, con respecto a sus rivales, Tom Domoulin (Sunweb), Vincenzo Nibali (Bahrein Mérida) y Thibaut Pinot (Francaise de Jeux), aunque fue positivo para el pequeño corredor colombiano, se adaptaba más a las condiciones del holandés, quien le tomó 1 minuto y 24 segundos en la fracción, dejando al boyacense con el subcampeonato general, a 31 segundos, luego de batirse como un león frente a esos rivales.

Nairo debe estar lamentando que la prueba haya concluido de esta manera. Domoulin, por el contrario, se debe sentir aliviado con el recorrido final, que le permitió coronarse campeón, siendo el primer holandés en subir a lo más alto del podio de la carrera rosa. Erik Breukin, su compatriota, había sido tercero en 1987 y subcampeón un año después.

La Desafortunada Contrarreloj

Las malas experiencias con etapas a cronómetro finales en carreras de 3 semanas no son nuevas. Lo que pasó hoy con Nairo, perdiendo su liderato en la última etapa, hace recordar el Giro de hace exactamente 6 años.  El español Joaquín «Purito» Rodríguez (Katusha) estaba de líder de la prueba.  Las ilusiones del español de convertirse en campeón del Giro eran enormes. Se alimentaba ese sueño con el hecho de llevar la casaca de líder durante 6 días. Faltaba solo la última etapa a cronómetro, con inicio y final en Milán, sobre 28,2 kilómetros. El Segundo de la general era Ryder Hesjedal (Garmin Barracuda) y luego estaba el finado Michele Scarponi (Lampre) a 1 minuto 51 segundos. Es decir, la carrera se reducía a los dos primeros. Ese 27 de mayo, el catalán dejó todo en la carretera, pero no pudo defender el liderato y entrar a la galería de españoles campeones del Giro

En 1989, el mal sabor de boca recorrió el gusto de los franceses, en la última etapa del Tour. Fignon, ídolo galo, luego del retiro de Bernard Hinault, portaba la amarilla cuatro días atrás, luego de desbancar del primer puesto al norteamericano en la etapa de Alpe D´Huez. Ese 23 de julio, se disputaba la contrarreloj final de 24 kilómetros, entre Versalles y París.  Todos esperaban con ilusión el triunfo del corredor de Sistema U. Un final verdaderamente francés. Sin embargo, el ciclismo depara grandes sorpresas.

La diferencia entre Fignon, líder, y el norteamericano, era de 58 segundos. Era una contrarreloj verdaderamente corta para una diferencia tan grande. No obstante, las cosas no comenzaron bien para los franceses. Lemond comenzó a rodar a ritmo endemoniado. Desde los primeros kilómetros se avizoraba que el francés no iba a tener chance. Al final del esfuerzo individual, Lemond ganó la contrarreloj por 33 segundos a Thierrie Marie, y por 58 a Fignon. La decepción francesa fue tal, que a partir de ese momento, el Tour nunca volvió a terminar en contrarreloj.

El balance general

A la hora de los balances, Domoulin, por ser el campeón, se lleva los mayores aplausos. Aparte de ganar una contrarreloj en Montefalco, vistió la camiseta de líder durante 10 días. Nairo ganó la etapa con final en Blockhouse, fue líder 3 días de la carrera y alcanzó el subcampeonato, a 31 segundos. Vincenzo Nibali, salvó el honor de los italianos, al ganar la etapa reina que concluyó en Bormio, luego de pasar por el Mortirolo, el Stelvio -Cima Coppi-y el alto de Umbrail. Su tercer lugar, a 40 segundos, no es cicatero, porque en las últimas tres etapas de montaña pudo haber forzado más al líder Domoulin. Los otros lugares del top 10 de la general fueron para Thibaut Pinot (FDJ), Ilnur Zakarin (Katusha), Domenico Pozzovivo (Ag2R), Bauke Mollema (en Trek Segafredo) Bob Jungels (Quick Step Floors), Adam Yates (Orica Scott) y Davide Formolo (Cannondale Drapac).

En la clasificación de la montaña, el campeón fue el vasco Mikel Landa (Sky), quien además ganó una etapa y también fue el vencedor de la combatividad. El eritreo Daniel Teklehaimanot (Dimensión Data) se llevó el título de los sprints. Bob Jungels (Quick Step Floors) ganó la clasificación de los jóvenes, modalidad en la que vistió la camisa blanca por 13 días. Movistar ganó la clasificación de equipos, y Quick Step Floors la de superequipos.

Colombia mejor de lo esperado.

Cuando comenzó el Giro de Italia del centenario, el 5 de mayo pasado, en la isla de Cerdeña, las expectativas de Colombia se centraban en lo que pudiera hacer Nairo, quien ya había ganado esta carrera hace 3 años. También se contó con la presencia de Sebastián Henao (Sky Team), Fernando Gaviria (Quick Step Floors), Daniel Martínez (Willier) y Winner Anacona.

Las buenas noticias para los cafeteros comenzaron en la tercera etapa en Cagliari, donde venció de manera contundente Fernando Gaviria, quien además se vistió de rosa, como nuevo líder. Mesina, Reggio Emilia y Tortona vieron ganador al corredor antioqueño. Gaviria, en su primer Giro, también logró el campeonato de la clasificación por puntos, luego de vestir la camiseta morada por 16 días. El ciclismo colombiano sigue demostrando que es sino el mejor, uno de los mejores del mundo.

Por Juan B. Estrada en Milán

Foto: Luis Barbosa

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