Cómo nos gustaría celebrar los 100 años de Ovidio en sus cargos de Gerente-Presidente-Candidato de la FCC. Un aniversario con todos los juguetes, full color y en pantalla gigante al estilo Kirk Douglas, “Espartaco”.
No va a ser fácil porque 100 años se pasan en un abrir y cerrar de ojos. Un imposible, pues el gran actor transmitió en su reciente cumpleaños un mensaje de vida que al Candidato-Gerente-Presidente no le pasa por la mente ni remotamente.
Dice Douglas: 1- “Sueña despierto”, anótalo en un papel y crea un plan para desarrollarlo. 2- Escucha a tu alrededor, abre tus oídos. 3- No dar nada por hecho, un segundo hace toda la diferencia. 4- Siempre comunícate contigo mismo y con los demás. “Piensa como aficionado; ellos son los clientes a la vera del camino”, agrego yo.
No es difícil comprender que estas recomendaciones las va a pasar por alto quien ve el ciclismo con un lente muy pequeño en blanco y negro. Los ciclistas no le valen. Le vale su bolsillo.
No mancillen más el nombre de la Vuelta a Colombia y toda su grandiosa historia. Un espectáculo como La Vuelta se quedó sin taquilla, perdió “Feeling” y le falta “banda sonora”. La indiferencia frente a los repetidos casos de doping en carreras domésticas, es una auténtica película de horror. A cada escándalo le echan una lápida encima. María Luisa Calle, abandonada por los mismos que antes lagarteaban una foto con la gran campeona. El precio que paga un ciclista por su licencia, el pase, es alto, pero la Federación nunca los defiende cuando un patrocinador falla y debe 5 meses de sueldo (A Boyacá, raza de aguantadores, apenas les pagaron). Falta lo mejor: la disculpa esgrimida cuando no asisten a una cita internacional: “Ese viaje es una “gastadera” de plata… ahí no quedamos de nada”. Ya llevamos dos Copas del Mundo sin presencia colombiana y este año perdimos un cupo Olímpico en pista con aquella desgastada y ridícula excusa: “No nos interesa porque ahí no vamos a ganar nunca”. Con tal argumento, los japoneses o africanos jamás deberían participar en el Tour. Con semejante mentalidad, Miguel Ángel Bermúdez se habría quedado, desde esta orilla, con sus muchachos en casa sin saltar el charco (1983); o el modesto Kashima, en fútbol, arriesgó y llegó a una final de clubes con el Real Madrid. Ovidio no piensa en grande y por estos días empeora la cosa porque el hombre, sumergido en la campaña, la pasa mirando su propio ombligo. En un país con tan elevados índices de corrupción toca sembrar más de un interrogante: ¿El carro oficial de la Federación es para uso privado de su gerente? El apartamento de la FCC ¿otro privilegio exclusivo del dirigente paisa? ¿Dónde va a para la plata de inscripciones y licencias? ¿Ovidio vive “de gorra” en Bogotá- sin pagar arriendo- recostado a la entidad que administra?
Me pregunto si llegará un instante, quizá cercano ya, en el que las ligas menores y clubes mayores traten de demostrar que no pueden servir de eslabón para darle oxígeno y continuidad a la mediocridad y el abuso. Mientras les “pintan pajaritos en el aire” son tratados como dibujitos animados por ser época de elecciones. En el parque del pueblo inventan cualquier carrera chimba, los embolatan y arrullan a punta de villancicos, utilizando Selfis y redes sociales para posar con los dirigentes ciclísticos de provincia a quienes, por supuesto, les han sacado el voto del bolsillo. Una estrategia para meterle miedo al rival exhibiendo sus “mascotas” en Twitter o Facebook. En España, Rusia, Uruguay son ciclistas experimentados los que marcan el rumbo de las federaciones (Ekimov-López – Moreira). En Colombia ninguna gloria del pedal tiene arrimadero en los cargos directivos. Ni de vainas.
¿Le ha pasado a Ovidio por la cabeza renunciar algún día? Noooo
Mucho menos ahora con la perspectiva del doble sueldo.
Cada noche la CIA presenta un informe sobre el estado de nuestros cerebros a los extraterrestres que desde las sombras dirigen el planeta. El de Ovidio no es nada del otro mundo. Hay que darle un nuevo aire a la máxima rectora, aire fresco, sin usar. Con las mismas mañas ya llevamos casi 10 años… que nos han parecido un siglo!!
Fuente : © RUBÉN DARÍO ARCILA @PoetaRubencho