Con frecuencia escuchamos sobre accidentes ocurridos porque un conductor no vio a tiempo a un ciclista. Por nuestra propia seguridad, conviene ayudar a que nos detecten en la oscuridad de la noche o a plena luz del día.
Una de las grandes ventajas de la bicicleta es su sencillez. Esto es lo que desde su origen la ha hecho tan popular. Simplemente nos subimos y salimos pedaleando. Por eso quizás resulta tan complicado cuando empezamos a agregarle accesorios como luces y casco. Ese equilibrio de sencillez se ve alterado y nos obliga a pensar un poco más antes de salir a andar. ¿Tienen batería las luces? ¿Trajimos el casco? Un pequeño trabajo que hay que tomarse antes de rodar por la ciudad y que genera resistencia en muchas personas. Además no se realizan controles por parte del Estado y eso resulta en que hoy sean muy pocas las personas que por voluntad propia adoptan estos usos.
Tal como dice la ley: “Las bicicletas estarán equipadas con elementos retrorreflectivos en pedales y ruedas para facilitar su detección durante la noche. Para poder circular con bicicleta es indispensable que el vehículo tenga luces y señalización reflectiva. Que el conductor no use ropa suelta y que ésta sea preferentemente de colores claros.” No da muchas precisiones, pero nos deja en claro que la idea es que seamos visibles dentro del tránsito.
Suelo encontrarme a menudo con personas que pedalean y que creen que si ellos pueden ver a los demás entonces los demás los van a ver a ver a ellos. Esto no es así. Cuando en ciclismo urbano hablamos de luces no hablamos de accesorios para iluminar el camino que tenemos por delante. Tal como dice la ley, se tata de que podamos ser detectados de noche. También de día es una cuestión a tener en cuenta. El uso de ropa de colores claros nos hace más visibles.
Muchas veces escuchamos sobre accidentes que ocurren porque un conductor no vio a un ciclista. “No lo vi”, es la frase recurrente en estos casos. Por nuestra propia seguridad tenemos que ayudar a que nos detecten en la oscuridad de la noche o a plena luz del día. Cuando un conductor nos ve ya pasamos a ser parte de los cálculos en sus maniobras y eso aumenta nuestra seguridad.
A continuación, algunos consejos que apuntan a maximizar nuestra visibilidad en la calle y reducir nuestro margen de riesgo.
Vestimenta
En general la gente no se viste para andar en auto por la ciudad sino que se sube con lo que tiene puesto en ese momento y listo. En la bici tampoco hace falta que nos vistamos para pedalear. La diferencia es que el poco volumen que ocupamos en la calzada hace que la bici sea más difícil de ver dentro del tránsito. Hay algunas cosas que podemos hacer para paliar eso en nuestro favor:
– Durante el día, elegir ropa de colores claros o llamativos es la mejor opción. Todas las capas que vayamos a usar en esa jornada cumplen esta función, ya que en caso de frío o calor vamos a estar abrigándonos o desabrigándonos.
– A la hora de comprar un casco podemos optar por uno de colores vivos. La ventaja: usemos la ropa que usemos, nuestro casco siempre será el mismo.
– Algunas personas suelen resolver el tema de la indumentaria con un chaleco refractante. Es liviano, económico y aporta visibilidad de día y de noche. Sin embargo, puede resultar un tanto aparatoso y ser otra cosa más que cargar.
Elementos refractantes
Muchas veces menospreciados, estos accesorios pueden jugar un papel decisivo entre tener un accidente o no tenerlo. Vale la pena detenerse un momento a pensar si nos hacen falta:
– Los ojos de gato son importantes en una bicicleta urbana. Con el tiempo y los kilómetros suelen perderse. El sol y la lluvia los desgastan y pueden ir disminuyendo su efectividad. Prestemos especial atención a los que van instalados en los rayos de las ruedas, ya que aportan mayor visibilidad en las bocacalles.
– Existen brazaletes y tobilleras refractantes muy cómodos porque pueden llevarse en el bolsillo y usarse cuando hagan falta. En el caso de las tobilleras también sirven para que el pantalón no se nos enganche con la cadena.
– Los rollos de cintas de tela refractante se compran en algunas mercerías. Se pueden coser en la prenda que queramos, también en mochilas o carteras.
Luces
Son fundamentales para la noche y como mínimo deberíamos tener dos, una blanca adelante y una roja atrás, al igual que los autos. Existe una gran variedad en el mercado, según su alimentación y la potencia medida en lúmenes.
– Luces de dínamo: es uno de los sistemas más antiguos. Aparece nuevamente en algunos modelos de bicicletas urbanas porque utiliza energía renovable y limpia. La luz se produce aprovechando el movimiento de las ruedas. Un pequeño rodillo apoyado en la llanta transforma la energía cinética en lumínica. Tienen la desventaja de que al detener la marcha la luz se apaga.
– Luces a pilas: son las más usadas actualmente y se alimentan con pilas de doble A, triple A o las llamadas botón. De a poco se están dejando de lado porque las pilas agotadas se transforman en residuos nocivos para el medio ambiente. Una alternativa es usar baterías recargables, pero requiere la compra de un cargador externo.
– Luces USB: son la tendencia mundial. Tienen una pequeña batería interna que se recarga mediante un puerto USB, como por ejemplo el de una notebook. Aún resultan bastante más caras que otras, pero su performance y practicidad demuestran que vale la pena hacer la inversión inicial.
Innovaciones
La industria de la bici sigue avanzando y hay muchas personas desarrollando productos que aportan a la visibilidad de los ciclistas en las calles. Estas son algunas de las novedades del mundo en la materia:
– Life Paint de Volvo: esta automotriz prestigiosa por su compromiso con la seguridad vial presentó una novedosa pintura en aerosol. De día es invisible, pero de noche se torna refractante. Puede ser aplicada sin problema sobre calzado, camisas o mochilas, ya que se trata de un producto lavable. Más info: www.volvocars.com/uk/about/our-innovations/lifepaint
– Ciclovía virtual láser: se trata de luces para la bici que además de su función tradicional, cuentan con rayos láser que van dibujando una ciclovía sobre el suelo por delante y por detrás del ciclista. El objetivo es lograr una mayor distancia de seguridad entre vehículos.
Más info: www.thexfire.com/products-page/lighting-system/bike-lane-safety-light
– Cinturones de señales: este producto se ajusta a nuestra cintura y emite hacia atrás distintas señales luminosas que anticipan nuestras maniobras. Cuando vamos a girar o detenernos, podemos activar unas flechas lumínicas que serán claramente visibles para quienes vienen conduciendo detrás nuestro. Los comandos se manejan desde un pequeño control remoto que se instala en el manubrio. Más info: www.haztevisible.com.
Fuente: ©biciclub.com